dimecres, 6 d’abril del 2011

La manzana de la discordia



Continúo con la faceta divulgativa de este blog, esta vez para hablaros de la Barcelona del s.XIX. Aqui os dejo un curioso apunte sobre la historia de la ciudad. Aunque cueste imaginárselo, en esos años, el Passeig de Gràcia no era más que un camino que conectaba las murallas de la ciudad con los pueblos de las afueras, como el actual barrio de Gràcia. ¿Increíble verdad?
Casa Batlló
En el año 1872, con el derribo de las murallas de la ciudad y la ampliación de esta fuera del casco medieval, las familias burguesas más adineradas encargaron a los arquitectos más reconocidos la construcción de unas casas en esa avenida. Para las familias suponía una forma de reafirmar su status social mediante la ostentosidad; y para los arquitectos, rivalizar en ingenio. En este contexto se creó La Manzana de la discordia catalana.

Solo por curiosidad, la expresión Manzana de la discordia tiene su origen en la mitología griega: la diosa Eris (“disputa”) destinó una manzana dorada para “la más bella” en la boda de Peleo y Tetis. Este trofeo encendió la disputa entre Hera, Atenea y Afrodita, que terminaría provocando la Guerra de Troya.Casa Ametller

Volviendo a la historia, la familia Batlló contrató a Gaudí para que construyese (valga la redundancia) la Casa Batlló, lo mismo hizo el arquitecto Lluis Domenech i Montaner para otra de las familias adineradas de la ciudad, construyendo a su vera, la casa Lleó Morera (y me salió un pareado). No muy lejos, Josep Puis i Cadafalch edificó la casa Amatller. De hecho, justo aquí, a las puertas de la Casa Amatller, una baldosa en el suelo indica que nos encontramos en el km.0 de la Ruta Europea del Modernismo. Se trata de los tres edificios más célebres del modernismo catalán y que todavía hoy se baten a duelo en belleza y vanguardia. Y lo que más llama la atención de estas edificaciones es la fecha de la que datan y que todavía hoy puedan presumir de encabezar la vanguardia. Si es que Gaudí fue un avanzado a sus tiempos y por ello fue tachado por muchos de “loco”. Como bien demuestra la siguiente expresión que me resultó graciosa: “El sordo cree que los que bailan están locos”.
Casa Lleó Morera
¿Por qué os cuento esto? Porque yo misma, después de tres años residiendo en la ciudad, desconocía esta historia hasta hace bien poco, y me resultó curiosa e interesante. Además, estoy segura de que muchos, como yo, la próxima vez que paseis por el Passeig de Gràcia entre Consell de Cent y Aragó, mirareis estas edificaciones con otra cara.

Basándome únicamente en la fachadas, sin duda, la que más me gusta es la Casa Batlló ¿Cual es la que más os gusta?


Sonríe

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